¿Qué me dirías si te demuestro que existe un método que genera unas rentabilidades aceptables sin consumir, apenas, nada de tu tiempo?

¿Te gustaría convertir esas rentabilidades aceptables en rentabilidades extraordinarias? 

Si estás aquí es porque ya tienes claro que tu dinero debe hacer algo más que quedarse dormido en tu cuenta corriente, pero aún no tienes claro qué hacer con él. Gestionar tú mismo esta tarea o delegarla a un profesional suele ser una de las decisiones más complicadas a la hora de invertir tu dinero.

Si estás en esa situación o crees que podrías llegar a ella, sigue leyendo, al final de este artículo sabrás de forma más exacta qué hacer.

Lo primero que debo decirte es que, en contra de todo lo que puedan contarte, sí existe una fórmula mágica, y no es más que conocerte a ti mismo.

Necesitas conocerte a ti mismo para, posteriormente, definir tus objetivos financieros

Yo no te conozco, ni conozco tus objetivos, (aunque estaría encantado de hacerlo) pero sí conozco las posibles soluciones que existen para gestionar tu capital.

Voy a contarte cuáles son las ventajas y desventajas de estos dos tipos de gestión. De esta manera, podrás elegir mejor cual es la que más se adapta a tus necesidades.

 

Gestión pasiva

Como te decía al principio, existe un método que ha demostrado conseguir unos resultados aceptables, con una inversión mínima en tiempo. Ese método es la gestión pasiva. 

Básicamente, se trata de delegar en profesionales la gestión de tus inversiones. Los fondos de inversión son la solución más común para esta necesidad.

Para mí, las principales ventajas y desventajas son:

Ventajas: 

  • No requiere mucho tiempo de gestión.
  • Rentabilidades aceptables.
  • Amplia diversificación a un bajo coste.
  • Apto para casi cualquier perfil de inversor.

Desventajas:

  • Coste de oportunidad.
  • Menor control sobre tus inversiones

Si decides gestionar pasivamente tus inversiones, el coste de oportunidad son los potenciales resultados que podrías obtener si llegas a optar por la gestión activa.

La ventaja de delegar y obtener así mayor libertad lleva directamente ligada la desventaja de perder cierto control sobre tus inversiones

Bien es cierto que, por ejemplo, puedes cambiar de fondo si no estás contento con uno pero, una vez dentro de alguno, no eres tú el que decide a dónde va a parar ese dinero.

 

Gestión activa

Si has llegado hasta aquí, probablemente te ha llamado la atención la frase que decía “convertir esas rentabilidades aceptables, en rentabilidades extraordinarias”. 

La gestión activa es aquella en la que tu dinero depende exclusivamente de ti, de tus propias decisiones.

Ventajas:

  • Control absoluto sobre tus inversiones.

Desventajas:

  • Mayor inversión de tiempo.
  • Requiere responsabilizarse al 100% de tu dinero.

Ya ves que he mencionado una sola ventaja y dos desventajas. Entonces, dirás: ¿dónde están aquí los resultados extraordinarios? 

Pues bien, no lo he mencionado, precisamente, por el hecho de que esos resultados dependen de ti. De esta manera, tus resultados pueden llegar a ser incluso peores que la media del mercado, si no gestionas correctamente tus inversiones.

La ventaja principal, la que me ha llevado a optar por este tipo de gestión, el control pleno de tus inversiones. Tú y solo tú decides a dónde va a parar tu dinero.

Las desventajas son obvias. No puedes esperar tener el control absoluto de tus inversiones sin la respectiva responsabilidad que ello conlleva. Ésta responsabilidad implica, a su vez, una inversión mayor de tiempo que si decides optar por la gestión pasiva.

 

Conclusión

Hay un factor clave, común en ambos tipos de gestión, y es la paciencia. Sin ella no conseguirás nada, elijas el método que elijas.

Gestión pasiva: Selecciona a buen profesional que cuide de tus intereses, delega en él la gestión de tus inversiones y dedícate a lo que más te guste hacer.

Gestión activa: Simplemente, te tiene que gustar, tienes que disfrutar aprendiendo y viendo cómo mejoras en la gestión de tus inversiones. Si lo haces de manera disciplinada, a largo plazo, verás recompensado tu esfuerzo con buenos resultados.